TERMINEMOS CON EL DESPERDICIO DE ALIMENTOS

¿Sabías que, de acuerdo con el Banco Mundial, en México se desperdician alrededor de 20.4 millones de toneladas de comida al año? Esta cantidad sería suficiente para alimentar a 7.3 millones de personas, lo cual resulta preocupante en un país como el nuestro, en donde un gran porcentaje de la población vive en pobreza y sufre carencias alimentarias. ¿Qué podemos hacer para disminuir el desperdicio y beneficiar a aquellos que menos tienen? Nos unimos a CONAGRA, el Internado Gertrudis Bocanegra y Ya Respondiste A.C. para pensar en una solución: el comedor rodante.
Antes de entrar en detalles sobre el comedor, queremos contarles un poco sobre el Internado Gertrudis Bocanegra, que fue de vital importancia para el voluntariado. Esta institución atiende a 107 niños y niñas entre los seis y 14 años de edad, que viven en situaciones de riesgo y vulnerabilidad. Una de las primeras labores que realizaron los voluntarios de Conagra Brands fue la impartición de un taller sobre alimentación balanceada, sobre el cuidado de alimentos para prevenir el desperdicio y sobre reciclaje para los chicos del internado. Fue una experiencia padrísima, en la que los voluntarios y los pequeños se pudieron integrar.
Los voluntarios impartiendo el taller a los alumnos
Tras la preparación de los alimentos en el Internado Gertrudis Bocanegra, los voluntarios se dirigieron al Hospital General de México. Al tratarse de un centro de atención médica de alta especialidad, el lugar tiene un influjo permanente de personas que acuden ya sea a recibir tratamientos o a acompañar a sus familiares. Las visitas al hospital pueden tomar muchas horas o días enteros, durante los cuales los familiares que permanecen en las salas de espera no se alimentan de la manera adecuada. Para solucionarlo, los voluntarios Conagra Brands entregaron comidas completas y balanceadas a estos familiares a través del comedor rodante, una iniciativa de Ya Respondiste A.C.. De este modo, no sólo se evitó el desperdicio de comida, sino que se logró dotar de una correcta alimentación a un sector vulnerable de la población mediante un ejercicio de resiliencia. Tras la intervención de los voluntarios, el programa siguió entregando comidas durante un mes más.
Este proyecto nos dejó con un excelente sabor de boca y con la voluntad de poner un alto al desperdicio de alimentos en nuestro país. Gracias, aliados, por su enorme corazón y sus ganas de contribuir a mejorar México.
Los voluntarios entregando los alimentos a los familiares que esperan afuera del Hospital General