CREANDO ESPACIOS ESCOLARES AGRADABLES Y SEGUROS CON SCHNEIDER ELECTRIC

Dicen que nuestras memorias de la infancia suelen magnificar los espacios. Es decir que, ese patio escolar enorme en el que recordamos haber jugado, o esos pasillos de aulas en los que a veces nos parecía perdernos, hoy no nos parecerían tan increíbles. Sin embargo, miles de niños, no tienen la oportunidad de generar estos recuerdos maravillosos, debido a que acuden a centros escolares con graves carencias de infraestructura. Se trata de un problema importante, que va más allá de memorias positivas e impacta directamente en el desarrollo de niños y niñas.
Schneider Electric sumó esfuerzos con Fondo Unido-United Way México para desarrollar el programa “Escuela Segura”, que tiene como objetivo rehabilitar y remodelar distintos espacios en los centros escolares para crear un entorno que favorezca el aprendizaje. A lo largo de varias jornadas de voluntariado, el equipo de Schneider Electric ha estado acudiendo a distintas escuelas para realizar labores de pintura en patios de juegos, auditorios y salones de clases. Además, se reemplazaron las instalaciones eléctricas de algunos espacios, con el fin de hacerlas más seguras y eficientes.
El rasgo característico de los voluntarios Schneider es su gran actitud
Pertenecientes a distintas áreas de la empresa, los voluntarios llegaron con la mejor actitud y disposición para poner su granito de arena y contribuir a que los niños tengan espacios dignos y adecuados para tomar clases. Equipados con gorras verdes, guantes, brochas y rodillos, devolvieron el color y la alegría a cada muro. Aunado a esto, demostraron que son una familia dentro y fuera de sus oficinas, y que trabajando unidos se logra más. Ni los rayos del sol o el fuerte olor de la pintura pudieron contra su ánimo. Su respuesta fue increíble e incluso lograron abarcar más áreas de las previstas.
“Me gustan los voluntariados porque son algo que nos llena como personas y pienso que todos deberíamos de ayudar a nuestra comunidad”; “Me da satisfacción colaborar y me gusta el trabajo en equipo”; “Venir a los voluntariados me distrae del trabajo, me divierto y me gusta la integración que se da con mis compañeros”. Éstas son sólo algunas de las frases con las que los voluntarios resumieron su experiencia y su pasión por ayudar a los otros. Sin lugar a dudas, la vocación social está presente en todos los integrantes del equipo Schneider.
Gracias a la labor de los voluntarios, decenas de pequeños podrán tomar clases en espacios limpios y agradables, que no sólo impactarán en su estado anímico, sino que fomentarán su creatividad y aprendizaje. Ahora, acudir a clases será más emocionante y gratificante. ¡Sigamos trabajando para que estos niños tengan recuerdos increíbles de su escuela!